La gallina pertenece al tipo de aves no voladoras, que son aquellas que tienen el músculo del esternón menos desarrollado, además que no poseen quilla o carena en el esternón, que es el músculo donde se insertan los músculos voladores de las aves.
Las gallinas se dividen en diversas clases, de acuerdo con las notas que tienen en común y su zona geográfica de origen. Las clases más difundidas son las americanas y las mediterráneas, que a su vez se dividen en razas, cada una de las cuales comprende grupos de tamaño y características similares. Por último, las razas se subdividen en variedades. La raza Leghorn, por ejemplo, comprende diversas variedades: la Leghorn blanca, la Leghorn plateada y la Leghorn negra.
El gallo doméstico (Gallus domesticus) parece ser oriundo del sur de Asia y derivar de las gallináceas de la selva. Hace unos 6.000 años existían ya ejemplares domesticados, y los actuales gallos de pelea son bastante parecidos a los antecesores de estas aves.
La gallina doméstica ha sido objeto de una constante evolución, lograda por medio de cruces estudiados cuidadosamente. Estos cruces tienden a obtener las mejores variedades, tanto para la producción cárnica como de huevos. En el año 1940, una gallina ponía, por término medio, unos 100 huevos al año; en 1950 la producción subió a 150 huevos anuales, y en la actualidad llega a poner hasta unos 300
Una gallina de 2,500 kg. necesita, aproximadamente, 40 k. anuales de alimento para mantener un peso uniforme y poner con facilidad.
La mayor parte de los huevos vendidos para el consumo no están fecundados, por lo que no es posible incubarlos ni que de ellos salgan pollitos. Las gallinas del tipo mediterráneo, como son las Leghorn, ponen huevos de color blanco, mientras que los huevos de otros tipos tienen la cáscara de color castaño. Por lo general, el color de la cáscara se vuelve algo más oscuro conforme se acerca el fin del período durante el cual la gallina puede poner huevos; de ahí que los huevos de las pollitas sean más blancos que los de las gallinas de más edad. En lo concerniente a la yema, su color tiene relación con el alimento que el ave ingiere: cuanto más verde el forraje, más oscura la yema.
Las gallinas son animales territoriales que establecen complejas jerarquías sociales, interactuan reconociéndose entre ellos (por las características de la cabeza), siendo incluso capaces de aprender comportamientos o trucos nuevos viendo el éxito o fracaso de otros miembros de su comunidad. Cada ave tiene un lugar dentro de su grupo -algunos son dominantes, y otros son más sumisos debido a su estatus social inferior-. A la hora de aprender a realizar una tarea siguen las instrucciones del miembro dominante del grupo. Las gallinas emiten además varios tipos de vocalizaciones que advierten a los demás miembros de su grupo de la presencia de depredadores, comida, alarma, miedo etc. (Mench y Keeling 2001). Las gallinas, al igual que nosotros, disfrutan pasando el tiempo con miembros de sus especie.
Muchos creen que la proteccion de las crías es un atributo propio de los mamíferos, pero aves como las gallinas muestran que no hay nada más alejado de la realidad. Las madres emiten ruidos a los que sus hijos no nacidos responden desde dentro de sus huevos. Las gallinas protegen a sus pequeños, y prefieren tener nidos privados en areas protegidas alejados de los depredadores. De acuerdo con la "Humane Society" "el deseo de las madres de tener un nido privado es tan grande, que ella misma pasará sin agua o comida para no perder su nido", las aves al igual que las madres de muchas especies sacrifican sus propias necesidades por las de sus pequeños.
Las habilidades cognitivas e intelectuales de los pájaros ha sido demasiado a menudo devaluadas, pero si nos tomamos el tiempo de conocer a estos animales no humanos aprenderemos que sus complejas vidas intelectuales y emocionales son evidentes, por ejemplo los científicos han descubierto que estas aves claramente entienden la relación entre causa y efecto.
Aquí van las opiniones de algunos expertos: